El Puente Ponce de León, construido en 1899, es uno de los pocos vestigios del ferrocarril del sur que atravesaba Soacha y conectaba con municipios como Girardot, Sibate, Fusagasuga y la vereda el charquito (Hidroelectrica). Esta infraestructura fue clave en el desarrollo económico, social, cultural y turístico del país a inicios del siglo XX. El puente, de unos 4-5 metros de largo y 2-2.5 metros de ancho, se caracteriza por su estructura en bóveda de medio punto, con muros de contención y calzada en piedra labrada y mampostería, diseñada para resistir el paso de locomotoras.

Tras el último viaje del ferrocarril en 1945, el puente quedó en desuso, pero conserva su autenticidad, localización y parte de su estructura original, aunque ha perdido algunos elementos como rieles. Es considerado un elemento simbólico y patrimonial por su antigüedad y por el valor cultural que le atribuyen los habitantes locales.

Ha sido reconocido por el Decreto 746 de 1996 como parte del patrimonio nacional ferroviario, y el Plan de Manejo Arqueológico de Soacha (2020) lo identifica como área de conservación, exigiendo autorización del ICANH para cualquier intervención, con el fin de garantizar su preservación.